Aprender a regular sus emociones puede ser un juego de niños.
¿Quién soy?
“Aprender a regular sus emociones puede ser un juego de niños.”
A lo largo de mi experiencia clínica he visto muchos padres deseosos de crear un
estilo parental propio ajustado a la necesidad de su familia. Es un deseo natural y
sano que necesita un apoyo que rara vez recibimos. Mi labor es acompañar a estos padres en esta búsqueda
desde un enfoque profesional, analizando sus valores, sus estilos de vida, sus dudas y sus ideales. Con esto como base les facilito las
herramientas profesionales que se adaptan a ellos y a sus hijos. Mi meta es ayudarles a ser la madre o el
padre que ellos desean ser para vivir una parentalidad plena . Este deseo nació desde una motivación personal de encontrar la mamá que quería ser para mi hijo. Después
de muchas lecturas y de un proceso de transformación personal, me gustó mucho el giro que había tomado mi vida como madre, pero
también como persona. He querido acompañar a otros padres en este camino:
padres que quieren lo mejor
para sus hijos
y que buscan herramientas concretas para acordar sus principios educativos a sus valores.
Mi enfoque de trabajo se basa en la disciplina positiva y en la parentalidad consciente (“mindful parenting”). Otra particularidad de
mi trabajo es su dimensión internacional: soy francesa y he estudiado psicología en Alemania. En
2011, llegué a Costa Rica y empecé a interesarme por los temas de parentalidad y de
Mindfulness. Esta trayectoria me permite dar terapia y asesoramiento en español, pero también en
francés y alemán. A lo largo de este camino, he visto muchos niños deseosos de adquirir un mayor conocimiento sobre las emociones. Esto me llevo a especializarme
en la práctica del Mindfulness para niños y niñas desde los 3 años de edad. Mi misión es acompañar
a los niños a encontrar una armonía interna y a sentir que sus emociones son sus aliadas y no sus enemigas. He visto como mi propio
hijo y muchos otros que he acompañado en este camino empiezan a encontrar una paz interna y les pierden el temor a las emociones
fuertes. He visto cómo se empoderan y cómo dejan sus temores en el camino.
Este regalo que me
dio la vida, también quiero compartirlo con ustedes para que puedan ser la mejor versión de ustedes y para que su ambiente familiar sea acorde a sus esperanzas.