Vivimos vidas muy ocupadas, trabajamos, tenemos hobbies,
nos gustaría tener una vida social y queremos ser los mejores padres posibles. Esto
nos lleva a sentir culpa y frustración cuando tenemos la sensación de no poder
manejar o equilibrar los diferentes aspectos de nuestra vida.
Por esta razón es importante hacer la distinción
entre la presencia física y la emocional. La presencia en el tiempo es una
variable importante en la educación de nuestros hijos entonces es importante
liberar tiempo con ellos y estar para ellos. Sin embargo, podríamos estar en la
casa físicamente “presentes” pero estar emocionalmente ausentes. De la misma
manera podemos tener un trabajo a tiempo completo y ser una madre o un padre
emocionalmente presente porque nos tomamos el tiempo de estar con ellos cuando
estamos en casa. La presencia física y la presencia emocional son dos cosas
distintas.
Para poder sobrellevar la frustración de nuestro
tiempo limitado en casa, tenemos que incrementar nuestra presencia emocional
con nuestros hijos, significa tener tiempo de calidad con ellos. Concretamente: dedicarles un tiempo exclusivo
cada día para estar realmente con ellos, para verlos, para darles esta
sensación de ser vistos. Esta presencia emocional se hace por medio de una
atención completa evitando distracciones como el celular o la pantalla y
dejándose llevar por lo que ellos quieren hacer o vivir con nosotros. Tener
cada día un tiempo mínimo que pasamos exclusivamente con ellos y tener rituales
para sostener esta presencia nos ayuda a incrementar nuestra presencia emocional.
Y si en algún momento estás más ocupado de lo normal o
aceptas un nuevo reto laboral, entonces háblalo con ellos “voy a tener un
nuevo trabajo y no voy a poder acompañarte en las mañanas. He decidido aceptar
este trabajo porque me apasiona / porque es una buena oportunidad para nuestra
familia / porque me va a permitir desarrollar un nuevo proyecto. Sin embargo,
quiero decirte que sos mi prioridad número uno y me pregunto que podemos hacer
en lugar de las actividades de la mañana para tener tiempo juntos. ¿Qué opinas?
¿Tienes ideas?”.
En resumen, la calidad de tiempo que compartimos con
los hijos es más relevante que la cantidad de tiempo. Si usted desea tener una buena
presencia emocional con ellos, tiene que conectar diariamente con sus hijos
y darle la sensación de ser importantes. Los niños sienten esta presencia
cuando sus padres se toman el tiempo de despertarlos con un abrazo, cuando
miran con detenimiento unos de sus dibujos, cuando muestran interés por lo que
les interesa, cuando dejan de lado sus actividades para sentarse a jugar con
ellos, etc…
No permites que la frustración te gane, establece rituales
de conexión cotidianos y/o semanales que te permitirá sostener una conexión emocional de calidad
y le enviará como mensaje a tu hijo “vos sos lo más importante de mi vida,
te veo y estoy aquí para ti”.